domingo, 6 de febrero de 2011

UN CUENTO DEL UNIVERSO




Los físicos también buscan reconstruir el pasado remoto a partir de radiaciones de fondo, emisiones lejanas, ecos en el tiempo. Somos arqueólogos de mundos perdidos.
Os hablaré de el encuentro casual de fragmentos de materia procedentes de las nubes difusas del espacio. Y de como entra en juego esa fuerza irresistible que atrapa y junta los fragmentos, y los va fundiendo.
En realidad, los fragmentos perdidos  somos nosotros, así es como lo siento. Fragmentos errantes, en la inmensidad de la noche. ¿El azar nos ha reunido?

Os lo explicaré con un simple cuento. Allá va.

Una delegación extraterrestre viene a la tierra en misión de paz. Pertenecen a una peña deportiva galáctica y están interesados en conocer nuestros deportes.Los llevamos a un campo de hockey sobre patines y presencian una serie de partidos. Resulta que por las particularidades de su órgano visual no pueden percibir un objeto esférico : La pelota. ¿Que ven? Ven gente corriendo de un lado para otro y no entienden nada. ¿Qué hacen? ¿Por qué se desplazan tan deprisa? ¿ A dónde se dirigen ?. Estudian concienzudamente el asunto.
Por los uniformes,deducen que hay dos equipos; por las carreras, parece que persigan algo errático y de velocidad variable. Empiezan a trazar diagramas y descubren ciertas simetrías en las posiciones: atacantes, defensores, carreras en paralelo de miembros de un equipo, alineamientos y, en fin, un cierto orden secuencial. Sin embargo,no pueden ver lo fundamental.
Así son los físicos de partículas: intentan comprender el hockey sin ver la bola..Al final, los alienigenas perciben un abombamiento de la red de la portería , y conjeturan la existencia de una pelota invisible, por la forma que adopta la red en el momento del choque. La hipótesis de la pelota hace que todo cobre sentido.

Reconstruir  lo  invisible  con       los  indicios, observar   lo    . inobservable las radiaciones generadas que miden los detectores tras una colisión, rastros fantasmagóricos como trazos en una cámara de niebla - es un extraño trabajo; sin embargo tal vez las particularidades del universo invisible no sean tan distintas a las del universo visible que nos rodea, en las que percibimos hechos en cascada que invaden nuestros sentidos, nos exponemos al mundo de las reacciones humanas, al universo psicomental de nuestros semejantes, y tratamos también de descifrar que es lo qué está pasando, y en realidad estamos ciegos, somos ciegos jugando a hacer diagramas, interpretaciones, atribuyendo intenciones, guiándonos por vagos signos que creemos ciertos.

Y así sucede también en nuestras relaciones íntimas; entre personas que comparten el mismo espacio, hay algo invisible qué no sabes que es , un patrón anómalo que tratas de identificar, pero no estás preparado para percibirlo ; hay como una ceguera mental, en medio del amor y de la decepción, una ruptura lógica en la cadena de secuencias que tratas de inferir por otros medios, y cuando todo se acaba, estás seguro de que en realidad no sabes qué fue lo que precipitó el desenlace y que papel tuvo cada uno en la trama. Entonces, quizá, ya no importa, o sí importa, pero no hay nada que hacer.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. "En realidad, los fragmentos perdidos somos nosotros, así es como lo siento".

    Yo también lo siento así...

    "Fragmentos errantes, en la inmensidad de la noche. ¿El azar nos ha reunido?".

    El azar o el destino ¿quién lo sabe?. En este juego o deporte del mundo de los blogs conoces a personas afines o muy afines y los fragmentos se atraen (por su polaridad o simplemente porque sí)...

    Un placer leerte, como ya viene siendo habitual.

    Besos.

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  3. Towanda
    Si, no me imagino en el metro hablando con una desconocida sobre los fragmentos errantes jajaja
    Es muy bonito ,poder comunicarse así

    Besote de fragmento de corsario

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Redes espaciales